València, 26 de mayo de 2025. Asegurar una adecuada disponibilidad de datos de salud, contar con infraestructuras tecnológicas de altas prestaciones, dentro del propio sistema sanitario, y confeccionar equipos multidisciplinares son factores clave para garantizar un adecuado despliegue de la inteligencia artificial (IA) en los sistemas sanitarios como base para desarrollar una auténtica medicina de precisión.
Esta es una de las conclusiones de los expertos participantes en la jornada La IA en la medicina de precisión, organizada por el Aula Roche-UPV de Bioinformática para la Medicina Personalizada y celebrada en el campus de la Universitat Politècnica de València (UPV) en Valencia.
Los ponentes, además, han puesto de relieve la importancia de adaptar la formación de los profesionales sanitarios al nuevo entorno marcado por el desarrollo de la IA, las ciencias ómicas y la cirugía robótica, y pasar así de un modelo de “acumulación de conocimientos” que se pueden conocer en tiempo real en Internet, a otro más basado en “adquisición de habilidades”.
Esta nueva realidad requerirá una “estrecha colaboración multidisciplinar” entre la ingeniería informática y el ámbito clínico, así como la incorporación de nuevos perfiles profesionales como los bioinformáticos.
Según el doctor José María Sempere, director del Aula Roche-Universitat Politècnica de València (UPV) y subdirector científico del Valencian Research Institute for Artificial Intelligence (VRAIN), “la IA acelera de forma definitiva el desarrollo de nuevas herramientas y técnicas para la ayuda en la atención sanitaria, el diagnóstico clínico y la investigación en biomedicina, posibilitando la medicina personalizada«.
Reglamento del Espacio Europeo de Datos Sanitarios en la UE
No obstante, advirtió de que “aún queda un gran camino que nos queda por recorrer hasta una medicina de precisión personalizada real” que debe pasar por la disponibilidad de datos —especialmente importante tras la aprobación en marzo de este año del Reglamento del Espacio Europeo de Datos Sanitarios en la Unión Europea—, el desarrollo de infraestructuras de altas prestaciones dentro del propio sistema sanitario, y la confección de equipos multidisciplinares donde se diseñen y ajusten los futuros sistemas de IA. “Esto implica un esfuerzo significativo en formación transversal en IA«, añadió.
El doctor Alejandro Pazos Sierra, director del Departamento de Ciencias Computacionales y Tecnologías de la Información de la Universidade da Coruña y coordinador del Grupo RNASA-IMEDIR, puso de relieve que el papel “imprescindible” que está llamada a desempeñar la IA en el cuidado de la salud, sobre todo en un escenario complejo marcado también por el desarrollo de la bioinformática, por su potencia para el análisis de enormes cantidades de datos, informaciones y conocimientos.
Nueva formación de los profesionales de la salud
En su intervención, Pazos Sierra hizo hincapié en la urgencia de una reforma en la formación de los profesionales: «Es urgente implantar unos nuevos curricula en la formación de los profesionales de la salud acordes a las nuevas características del proceso asistencial en el paradigma de la conocida como Medicina nP (Proactiva, Predictiva, Preventiva/Poblacional, Personalizada, Precisa, Participativa, Periférica o desubicada, Poliprofesional, Permanente, Propalabra…)”.
En su opinión, estos nuevos planes deben basarse sobre todo en la adquisición de habilidades —análisis de las ‘ómicas’, IA y TIC, cirugía robótica, comunicación empática, interpretación de normativa ética y regulatoria, valoración del coste-beneficio de los actos asistenciales— y no tanto en la acumulación de conocimientos que hoy se pueden localizar en tiempo real en un ‘click'».
«Todo parece indicar –agregó– que estas potentes herramientas bioinformáticas, como la IA, no desplazarán a los profesionales, pero es muy probable que los profesionales que muestren destreza en el uso de dichas herramientas desplacen a aquellos que tengan o presenten carencias.»
Por último, el doctor Ramón Puchades, coordinador del Grupo de Medicina Digital de la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna) y médico internista del Servicio de Medicina Interna del Hospital Doctor Peset de Valencia, consideró que “la medicina tradicional, basada en el modelo de talla única, precisa evolucionar hacia una medicina personalizada e individualizada en el paciente concreto, donde las guías o estudios no siempre son aplicables ni incluyen otros componentes biopsicosociales del paciente, lo que exige un abordaje multimodal«.
«En este sentido, la medicina de precisión, que busca ajustar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento a las características individuales de cada paciente, ofrece una alternativa más eficaz, pero requiere integrar datos clínicos, genéticos, ambientales y contextuales que superan la capacidad humana de análisis. Es aquí donde la inteligencia artificial (IA) puede actuar como aliada esencial, ayudando a predecir riesgos, optimizar tratamientos y reducir incertidumbres clínicas«, señaló.
Colaboración entre el ámbito clínico y la ingeniería informática
Para el doctor Puchades, «como herramienta de ayuda, la IA no viene a sustituir al médico, sino a ampliarlo”, ya que permite una atención más personalizada, eficiente y segura, si bien “debe ser usada con responsabilidad, bajo principios éticos y validada acorde a la evidencia científica”. Para el especialista, la implementación real de la IA en la medicina está en desarrollo, pero su despliegue completo depende de una colaboración estrecha y multidisciplinar entre el ámbito clínico y la ingeniería informática: “A partir de esta integración y siempre desde una perspectiva humanista, podremos transformar la utopía de una medicina verdaderamente individualizada en una realidad cotidiana que beneficie a cada paciente«, concluyó.
Por su parte, el doctor Emilio Vivancos, director de la Oficina Autonómica para la Aplicación de la IA en la Salud de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana (OIA), destacó la importancia de este tipo de instituciones públicas para lograr una efectiva implementación de la IA: «La creación de la OIA representa un paso estratégico hacia la integración responsable de tecnologías emergentes en el ámbito sanitario«, ya que esta entidad “no solo busca coordinar la incorporación de soluciones de IA, sino también establecer un marco de gobernanza que garantice su uso ético, seguro y centrado en las personas”.
“En un contexto donde la oferta de herramientas basadas en IA crece exponencialmente, muchas de ellas sin las garantías necesarias, la OIA actúa como filtro y guía para asegurar que solo aquellas soluciones que cumplen con criterios de calidad, transparencia y equidad sean adoptadas por el sistema de salud«, agregó.
El doctor Vivancos concluyó destacando que la OIA “se alinea con los objetivos estratégicos de la Estrategia de Salud Digital de la Conselleria de Sanidad, y actúa como catalizador para dar una respuesta eficaz a las necesidades más avanzadas del Sistema Valenciano de Salud, promoviendo el uso universal, seguro, transparente y sin sesgos de la inteligencia artificial para facilitar el desarrollo de una medicina más personalizada y la mejora de los métodos de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.»