- El objetivo del proyecto COSASS, en el que participa el Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial del instituto VRAIN de la UPV, es desarrollar áreas inteligentes adaptativas, mediante Inteligencia Artificial, para resolver problemas como la falta de conexión o ahorro de baterías ante la falta de mano de obra
València, 30 de octubre de 2023. Un equipo de investigadores del Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial (GTIIA) del Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial (VRAIN) de la Universitat Politècnica de València está desarrollando la modelización de un gemelo digital y un simulador para incorporar la Inteligencia Artificial a zonas rurales de la España vaciada.
Su trabajo se enmarca dentro del proyecto COSASS (COordinated Intelligent Services for Adaptative Smart areaS), cuyo objetivo es aplicar técnicas de IA en estas zonas del país en las que, aunque existe una gran digitalización en las grandes áreas de cultivo, hay una carencia de mano de obra que no puede controlar problemas como la falta de conectividad o el ahorro de baterías. “Por ello son necesarias “áreas inteligentes adaptativas”, explica el investigador principal de este proyecto en el instituto VRAIN de la UPV, Carlos Carrascosa.
Desde el equipo de investigadores del Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial (GTIIA) del instituto VRAIN de la UPV, ya cuentan con resultados para la comprobación de enfermedades de plantas detectándolas a partir de las hojas de las mismas.
Además, “somos especialistas en sistemas de inteligencia artificial distribuida, un desarrollo que es especialmente idóneo para los dispositivos repartidos alrededor de los campos de cultivo. Estos pueden ir compartiendo información y, conforme uno de ellos aprende, aprender todos. Para ello, planteamos usar técnicas como son las de aprendizaje federado, el formado por un conjunto de dispositivos IoT que estén distribuidos y que comparten el aprendizaje de un dispositivo por todos sin necesidad de compartir los propios datos, lo que hace que el aprendizaje vaya evolucionando más rápido que de manera aislada, pero manteniendo la privacidad de los datos que se están usando para aprender ”, explica Carlos Carrascosa.
Junto al equipo del GTIIA-VRAIN de la Universitat Politècnica de València, en el proyecto participan también dos grupos de investigación de la Universidad de Salamanca y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid
Dos niveles tecnológicos
El proyecto que se encuentra en su primer año, de un total de tres, plantea actuaciones en dos niveles. Un nivel más bajo que es el Internet of Things (IoT) para que los dispositivos de los campos sean capaces de adaptarse y tomar decisiones de forma autónoma cuando ocurran adversidades y problemas que no son los habituales del sistema.
Y un nivel en la nube o Cloud que permite, a través de esos gemelos digitales de los sistemas y sus entornos, reflejar qué es lo que está sucediendo -incluso con predicciones de qué puede realizar cuando el sistema esté desconectado de su gemelo digital- e incluso probar modificaciones, cambios y extensiones al sistema, sin necesidad de hacer el despliegue de esos cambios en el sistema real.